El pasado sábado se cumplieron 82 años del asesinato por los fascistas de Federico García Lorca, el mayor poeta del siglo XX en España y de la Generación del 27.
Todavía no se conoce el paradero de sus restos pero sus asesinos siguen disfrutando de mausoleos que pagamos u honores entre todos en una democracia que todavía no se puede mirar al espejo por las mañanas.
Soneto de la guirnalda de rosas
¡Esa guirnalda! ¡pronto! ¡que me muero!
¡Teje deprisa! ¡canta! ¡gime! ¡canta!
que la sombra me enturbia la garganta
y otra vez viene y mil la luz de enero.
¡Teje deprisa! ¡canta! ¡gime! ¡canta!
que la sombra me enturbia la garganta
y otra vez viene y mil la luz de enero.
Entre lo que me quieres y te quiero,
aire de estrellas y temblor de planta,
espesura de anémonas levanta
con oscuro gemir un año entero.
aire de estrellas y temblor de planta,
espesura de anémonas levanta
con oscuro gemir un año entero.
Goza el fresco paisaje de mi herida,
quiebra juncos y arroyos delicados.
Bebe en muslo de miel sangre vertida.
quiebra juncos y arroyos delicados.
Bebe en muslo de miel sangre vertida.
Pero ¡pronto! Que unidos, enlazados,
boca rota de amor y alma mordida,
el tiempo nos encuentre destrozados.
boca rota de amor y alma mordida,
el tiempo nos encuentre destrozados.