martes, 6 de noviembre de 2018

GOLPE DE ESTADO EN ESPAÑA

Se consumo el hecho. Tras una sentencia en la que el Tribunal Supremo condenaba a la banca a sufragar el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados hoy, día 6 de noviembre, pasará a la historia negra de esta país. 

Y lo hará por una sentencia inaudita en la jurisprudencia ya que el mismo tribunal se ha desdicho y, tras una votación ajustada, ha decidido recular y mantener como sujeto pasivo del impuesto al prestatario; es decir, a los hipotecados, a la gente. 
Cabe añadir que; de entre los tres escenarios que había: que pagase la banca todo, que la banca pagase pero sin retroactividad y que pagasen los clientes; se ha escogido el más favorable hacia las entidades financieras. 


De momento no ha trascendido la argumentación para tan insólita decisión. Resulta insólita porque en su día la afirmación que justificaba el estudio de su aplicación se basaba según el presidente de la sala Luis María Díez-Picazo en la  "enorme repercusión económica y social" que supondría su aplicación. 
Lo grave de todo esto es que no hay un argumento jurídico, sino una apreciación personal del presidente y los jueces deben estar para aplicar las leyes que marca el poder legislativo. 

Y es especialmente grave porque esta doctrina nunca se había aplicado. El Supremo no estimo repercusiones económicas y sociales ante los desahucios que provocan suicidios, ni ante los cortes de luz y agua a personas que no pueden pagarlos, ni ante el rescate a la banca de más de 60.000 millones de euros, ni ante los rescates a las autopistas o a empresas de Florentino Pérez. No, en estos casos no había repercusiones sociales, pero sí cuando la banca pierde una sentencia. 

La decisión de hoy atenta contra la división de poderes, contra la independencia judicial y, por extensión contra nuestra Constitución y nuestra democracia. Es una decisión (presuntamente) tomada en arreglo a presiones externas y que demuestra el enorme poder que tienen en nuestro país algunas personas a las que jamás votaremos ni se presentan a las elecciones. 
Es un golpe de estado porque pone en jaque a todo el sistema judicial, doblegado ante presiones externas. 

Seguro que muchos de los que se echaban las manos a la cabeza por una declaración de independencia de pantomima no dirán nada acerca del daño que se le ha hecho hoy a la justicia. Generaciones futuras deberán estudiarlo en sus libros de historia por las implicaciones que puede conllevar. Definitivamente, la separación de poderes (muy en entredicho hasta el día de hoy) ha podido recibir la puntilla porque este fallo supone una prueba material para todas aquellas personas que nunca creyeron en dicha idea que hoy parece más utópica que nunca. 


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