Una de esas películas recordadas en distintas recopilaciones por haber hecho historia en el cine es Metropolis. Se trata de una película lanzada en 1927, perteneciente al género de la ciencia ficción futurista y distópica cuyo argumento gira en torno a la sociedad en el año 2026 caracterizada por un apartheid entre las clases obreras explotadas y la alta sociedad. La película fue lanzada con numerosos cortes provocados por la censura, sin embargo, a lo largo del tiempo ha sufrido restauraciones e incorporaciones de fragmentos encontrados al filme. En esta edición se le ha añadido color y voces ya que la original pertenecía al cine mudo de forma que pueda ser más accesible a las nuevas generaciones que quieran disfrutar de un trocito de historia del cine pero no estén dispuestos a ver una película muda en blanco y negro (aunque se estarían perdiendo películas impagables).
Hoy el Tribunal Supremo ha vuelto a paralizar la exhumación del dictador Francisco Franco. De nuevo, la Justicia ha vuelto a ir en contra de la disposición de un Parlamento que representa a todos los españoles. Al margen de esta decisión, creo interesante que nos paremos en una frase del texto en la cual considera al dictador Jefe de Estado desde 1936.
Es gravísimo que el Tribunal Supremo para justificar la paralización de la exhumación del dictador y genocida Francisco Franco diga que "fue jefe del Estado desde el 1 de octubre de 1936". Decir que Franco era Jefe de Estado en 1936 (tres meses después del inicio de la guerra) es lo mismo que legitimar el golpe de estado fascista y antidemocrático de julio de 1936 y deslegitimar al gobierno democrático que salió de las urnas en febrero de 1936. Cabe señalar que prácticamente ningún país reconocía a Franco en 1936. Francia y Reino Unido lo reconocen en 1939, muy cerca del final de la guerra y Estados Unidos incluso más tarde. El régimen no ingresa en la ONU hasta 1955 y hasta 1950 no empiezan a levantarle vetos. ¿Quién reconocía a Franco en esas fechas? Solo países fascistas como Italia y Alemania. El Supremo en esta disposición está reconociendo una Dictadura incluso mucho antes de tiempo y mientras coincidía en el mismo país con un gobierno democrático. Llama mucho la atención que el mismo Tribunal que se encuentra juzgando un supuesto Golpe de Estado en Cataluña muestre semejante ceguera ante este golpe militar que acabó con la democracia en España, generó miles de muertos y desplazados e instauró un régimen represivo de cuarenta años. Sin entrar a analizar el fondo de fundamentos para esta decisión, las formas empleadas contribuyen a volver a cuestionar la imparcialidad y el carácter democrático de la justicia española.