The birth of a nation o El nacimiento de una nación es una de
esas películas que ha hecho historia en
el cine y ha pasado a ser considerada clásico atemporal y creadora de
tendencias.
Hoy no voy a realizar un análisis puntuado de esta película
ya que me parecería un insulto a la cultura de la humanidad puntuar algo como
esto que se escapa a mi época y ya trasciende a la historia en general. Sería
como puntuar el Quijote o la Alhambra.
Aquí tenéis la película en dos partes:
Pero sí me voy a permitir el lujo de hablar de ella y emitir
un juicio desde mi perspectiva histórica.
La película fue dirigida por el muy prolífico D.W. Griffith
que cuenta en su haber más de 500 películas como director y más de una veintena
como actor. Fue estrenada en 1915, unos 50 años después del final de la Guerra
de Secesión que terminó con la esclavitud.
El nacimiento de una nación se nos presenta como una lección de
historia que busca construir un relato de la posguerra americana.
El film, a través de la perspectiva de dos familias (una de
federados y otra de sudistas de Carolina del Sur) nos relata (tras una breve
exposición de la guerra) la reconstrucción del sur devastado tras la guerra.
Ahora vamos con lo espinoso. La película muestra una visión
muy tendenciosa del sur racista en un claro alegato nostálgico de lo que creían
que eran sus virtudes: la caballerosidad sureña, la piedad, el sentido
religioso, un supuesto trato humanitario a los esclavos…
Al mismo tiempo, nos pone los excesos que se tomaron los
norteños manipulando las elecciones y se nos muestran a los libertos
apoderándose del estado y de todo lo demás sin ningún impedimento.
Es cierto que el Partido Republicano (que era, por entonces,
el partido que promovía una “cierta” igualdad de razas y la abolición de la
esclavitud) se aprovechó de la situación para hacerse con el sur utilizando a
los libertos pero eso no es lo que se nos cuenta en la película.
Un aspecto que la película muestra con bastante acierto es lo que dolió en el seno de la población
blanca del sur una ley de matrimonios mixtos.
Esto era el colmo, un límite que se establecía este tipo de
caballeros que pensaban realmente que esa medida rozaba la zoofilia.
Estamos ante un Sur profundamente racista que segregaba a
los negros en las escuelas, en los autobuses y hasta en los servicios públicos.
Todo esto siguió prolongándose hasta el último tercio del
siglo XIX y todavía hay mucha de esta cultura en lo que conocemos como El Sur
Profundo.
Un ejemplo de los 70 fue el caso de Rosa Parks, encarcelada
por no ceder su asiento a un blanco.
Y ahí se establece un punto de inflexión. Los negros
empiezan a abusar de esta prerrogativa y comienzan a perseguir a damas del Sur.
Entonces se produce una desgracia y aquí establece el
film la necesidad de crear el Ku Klux Klan.
Se nos dibuja un clan con las vestimentas con las que lo
conocemos ahora y se nos presenta como una organización de justicieros ante la
pasividad de los gobiernos locales que, supuestamente, no perseguían los
delitos de la raza negra.
La realidad es que el Klan fue una organización terrorista
del siglo XIX (de la reconstrucción) que buscaba perseguir, intimidar y
delinquir físicamente contra los negros con el objeto de mantener la supremacía
blanca.
Es la película la que crea la imagen de los miembros. El
Klan fue disuelto en 1871 por el Presidente Ulysses S. Grant. En 1915 se
refunda y adopta las vestimentas y parte de la metodología que se nos muestra
en las películas.
El clan perseguía a negros, católicos (es lo mismo que decir
emigrantes irlandeses, italianos, polacos…), sindicatos y huelguistas. Buscaban
una sociedad pura en raza y en valores según su entendimiento.
Esta película crea
historia, no refleja la historia sino que, al igual que el Padrino, crea
una tendencia en algunos grupos que copian
lo que se ve en la película.
En ese sentido la película es un clásico, fuera del
lamentable mensaje que transmite y las negativas consecuencias que produjo.
Si nos centramos en elementos cinéfilos estamos ante un
patrimonio cultural aunque suene muy fuerte. Por supuesto estamos ante un mensaje
que debemos repudiar y que solo lleva al odio racial y eso es muy negativo.
Pero es una película que debemos analizar ya que nos muestra
una realidad que, aunque no nos guste, no podemos olvidar.
Como muestra de esa realidad en aquellos estados perdedores
de la guerra, esta película es incuestionable aunque su mensaje sea odioso y
condenable al 100%.
No me atrevo a puntuar una película tan importante como esta
que ha hecho tanto para el cine y que ha transcendido a la historia.
Es una pena que un clásico de este calibre nos exponga un
mensaje tan poco a la altura pero es lo que hay y, no por ello, debemos
repudiarla.
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