viernes, 7 de noviembre de 2014

BUTACA VACÍA: EL NACIMIENTO DE UNA NACIÓN


The birth of a nation o El nacimiento de una nación es una de esas películas que ha hecho historia en el cine y ha pasado a ser considerada clásico atemporal y creadora de tendencias.
Hoy no voy a realizar un análisis puntuado de esta película ya que me parecería un insulto a la cultura de la humanidad puntuar algo como esto que se escapa a mi época y ya trasciende a la historia en general. Sería como puntuar el Quijote o la Alhambra.

Aquí tenéis la película en dos partes:



Pero sí me voy a permitir el lujo de hablar de ella y emitir un juicio desde mi perspectiva histórica.

La película fue dirigida por el muy prolífico D.W. Griffith que cuenta en su haber más de 500 películas como director y más de una veintena como actor. Fue estrenada en 1915, unos 50 años después del final de la Guerra de Secesión que terminó con la esclavitud.



El nacimiento de una nación se nos presenta como una lección de historia que busca construir un relato de la posguerra americana.
El film, a través de la perspectiva de dos familias (una de federados y otra de sudistas de Carolina del Sur) nos relata (tras una breve exposición de la guerra) la reconstrucción del sur devastado tras la guerra.

Ahora vamos con lo espinoso. La película muestra una visión muy tendenciosa del sur racista en un claro alegato nostálgico de lo que creían que eran sus virtudes: la caballerosidad sureña, la piedad, el sentido religioso, un supuesto trato humanitario a los esclavos…
Al mismo tiempo, nos pone los excesos que se tomaron los norteños manipulando las elecciones y se nos muestran a los libertos apoderándose del estado y de todo lo demás sin ningún impedimento.
Es cierto que el Partido Republicano (que era, por entonces, el partido que promovía una “cierta” igualdad de razas y la abolición de la esclavitud) se aprovechó de la situación para hacerse con el sur utilizando a los libertos pero eso no es lo que se nos cuenta en la película.

Un aspecto que la película muestra con bastante acierto es lo que dolió en el seno de la población blanca del sur una ley de matrimonios mixtos.
Esto era el colmo, un límite que se establecía este tipo de caballeros que pensaban realmente que esa medida rozaba la zoofilia.
Estamos ante un Sur profundamente racista que segregaba a los negros en las escuelas, en los autobuses y hasta en los servicios públicos.
Todo esto siguió prolongándose hasta el último tercio del siglo XIX y todavía hay mucha de esta cultura en lo que conocemos como El Sur Profundo.
Un ejemplo de los 70 fue el caso de Rosa Parks, encarcelada por no ceder su asiento a un blanco.



Y ahí se establece un punto de inflexión. Los negros empiezan a abusar de esta prerrogativa y comienzan a perseguir a damas del Sur.

Entonces se produce una desgracia y aquí establece el film  la necesidad de crear el Ku Klux Klan.
Se nos dibuja un clan con las vestimentas con las que lo conocemos ahora y se nos presenta como una organización de justicieros ante la pasividad de los gobiernos locales que, supuestamente, no perseguían los delitos de la raza negra.

La realidad es que el Klan fue una organización terrorista del siglo XIX (de la reconstrucción) que buscaba perseguir, intimidar y delinquir físicamente contra los negros con el objeto de mantener la supremacía blanca.
Es la película la que crea la imagen de los miembros. El Klan fue disuelto en 1871 por el Presidente Ulysses S. Grant. En 1915 se refunda y adopta las vestimentas y parte de la metodología que se nos muestra en las películas.
El clan perseguía a negros, católicos (es lo mismo que decir emigrantes irlandeses, italianos, polacos…), sindicatos y huelguistas. Buscaban una sociedad pura en raza y en valores según su entendimiento.
Esta película crea historia, no refleja la historia sino que, al igual que el Padrino, crea una tendencia en algunos grupos que copian  lo que se ve en la película.



En ese sentido la película es un clásico, fuera del lamentable mensaje que transmite y las negativas consecuencias que produjo.
Si nos centramos en elementos cinéfilos estamos ante un patrimonio cultural aunque suene muy fuerte. Por supuesto estamos ante un mensaje que debemos repudiar y que solo lleva al odio racial y eso es muy negativo.
Pero es una película que debemos analizar ya que nos muestra una realidad que, aunque no nos guste, no podemos olvidar.
Como muestra de esa realidad en aquellos estados perdedores de la guerra, esta película es incuestionable aunque su mensaje sea odioso y condenable al 100%.

No me atrevo a puntuar una película tan importante como esta que ha hecho tanto para el cine y que ha transcendido a la historia.
Es una pena que un clásico de este calibre nos exponga un mensaje tan poco a la altura pero es lo que hay y, no por ello, debemos repudiarla.


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