viernes, 10 de enero de 2014

JUAN CARLOS, EL OCASO DE UN REY




ACTUALIZADO: Youtube ha retirado el vídeo subtitulado, así que he tenido que subir uno sin subtitular.

Aquí tenéis el documental subtitulado de Canal Plus Francia acerca del estado de nuestra monarquía.
Que ese documental lo emitan nuestros vecinos del norte habla y mucho sobre el estado de nuestros medios de comunicación y sobre la figura de nuestro Rey en ellos. Se hace difícil ver una crítica real de su persona y de la institución (incluso con los escándalos actuales).

Cualquiera que no siga mucho estos temas y se informe solamente mediante los medios de comunicación nacionales podrá comprobar cuantas cosas (que cualquiera, creo yo, intuiría) se nos ocultan a diario sobre esta familia.

Lo más destacable, en mi opinión, es ese pacto existente entre la prensa española y el estado/familia real para modelar esa imagen inmaculada del rey a lo largo de estos casi 40 años. Esa imagen no es otra que:

-Rey demócrata que renuncia a sus poderes por amor a la libertad.
-Rey que salva al país del Golpe de Estado. (Para mí es la parte más oscura de todas)
-Familia ejemplar
-Familia campechana y austera

Es necesario debatir sobre la figura del Rey y sobre la institución de la monarquía y es imprescindible que los españoles que no votamos en el 77 podamos decidir si renovar o no el mismo modelo de estado.
Es necesaria, en definitiva, la democracia.
La derecha debe entrar en el debate, se ha perdido el consenso; ya no son una minoría de antisistemas los que defienden otro modelo. La derecha tiene que ver que ser republicano no implica ser de izquierdas ni renunciar a sus ideales. 
Y ese, queridos amigos, es un problema de este país: identificar a la República como un sistema de izquierdas (nada más lejos de la realidad).

Yo lo tengo muy claro, no puedo identificarme con nadie a quien le tenemos que costear palacios, yates y safaris. 


sábado, 4 de enero de 2014

RECETAS PARA CURAR AL SINDICALISMO

laballenaalegre.blogspot.com 



No podemos obviar la crisis que sufren los sindicatos hoy en día. No solo es una crisis interna sino de cara a la imagen pública. Lo peor es que, aunque afecte de lleno a los sindicatos tradicionales (CCOO y UGT), no se atisba una alternativa clara en otros sindicatos minoritarios que llenen el vacío que siente la población y los trabajadores.

Hay tantas cosas en las que pueden y deben cambiar que cuesta decidirse por dónde comenzar.
Aquí expondré algunos de los aspectos en los que el sindicalismo tiene más problemas y tiene que cambiar si se quiere recuperar el poder que deben tener.

1) Los sindicatos no deben recibir ayudas estatales. Esto lo digo desde una postura progresista aunque no lo parezca.
Si reciben ayuda del Estado contra el que deben de luchar se está produciendo una gran contradicción. Los sindicatos se han acomodado, han renunciado a su ideología y han hecho suyo el Estado del Bienestar que no deja de ser una concesión del Capitalismo a las clases bajas.
Los sindicatos se han estatalizado y es su mayor problema.
Algunos pensaréis “¿De dónde sacarían entonces el dinero? Yo respondo: De los afiliados. Ahora mismo esto es inviable (hay muy pocos afiliados). ¿SOLUCIÓN?: Habría que “obligar” al menos a los trabajadores a sindicalizarse. Lo entrecomillo porque está feo obligar a nadie a nada pero me refiero a que si no se les obliga directamente si de una forma indirecta (con reducciones del IRPF por ejemplo).
Hay que crear una cultura del sindicato.

2) Deben de ser más democráticos y no permitir que sus cargos se eternicen en el puesto. No es de recibo que haya gente que lleve más de 20 años viviendo del sindicato. Los cargos remunerados deberían de durar 4 años como mucho (la remuneración nunca debe ser mayor que la de su puesto de trabajo anterior) y acabado el ciclo ese cargo debería volver a ganarse el pan con su curro anterior.
Y PUNTO, están para representar a los trabajadores, no para vivir de ellos.
Se puede entender que un partido político mantenga a su líder por el costo de tener que formar otro líder distinto pero es que los sindicatos no se presentan a las elecciones. No tiene ningún sentido que Cándido Méndez lleve desde el 94 de Secretario General.

3) Tienen que cambiar su formación. Llevan en el 5-4-1 desde que empezó la crisis. Es decir, están a la defensiva. Se han replegado y se conforman con perder los mínimos derechos posibles; esto tiene que ver con el escaso poder que tienen

4) Por supuesto no se puede obviar los desastrosos casos de corrupción que afectan, y muy de lleno, a los sindicatos.
Esto, por desgracia, es un mal endémico del país. Pero lo más vergonzoso ha sido escuchar que se trataba de una campaña mediática de la derecha alejándose totalmente de una postura autocrítica y de depuración de responsabilidades.


5) Se pueden enumerar muchas más: mejora de imagen, cambio en los medios para alcanzar fines, implicación con el pueblo, educación del pueblo en los valores sindicales, cuidarse de alcanzar acuerdos lamentables como el de la jubilación a los 67… En definitiva de lo que se trata es de una Renovación de los sindicatos porque la sensación es de que un trabajador se encuentra totalmente indefenso ante el patrono. Hoy esto es inevitable hasta que se abola la Reforma Laboral del PP pero no dejan de tener culpa los sindicatos que se muestran incapaces de defender al trabajador (y para eso están).