jueves, 14 de agosto de 2014

ISRAEL-PALESTINA: FÁBRICA DE ODIO




El conflicto palestino-israelí no cesa. Son ya más de 60  años de muertes, refugiados, exiliados…
En este conflicto hay responsabilidad de todos: el estado Palestino, el estado judío de Israel y la Comunidad Internacional que encabeza la UE y EE.UU.

Muchos responsables y muchas víctimas.

El conflicto viene por la soberanía sobre la dichosa Franja de Gaza y Cisjordania, por Jerusalén y otros territorios menores y por la suerte de los distintos grupos de refugiados.

No podemos negar el sufrimiento histórico del pueblo judío. Las persecuciones vienen de muchos siglos atrás y llegan hasta el ascenso del nazismo a Alemania y su dominio en los 2-3 primeros años de la II Guerra Mundial.

En ese contexto la presión de los judíos a potencias como Gran Bretaña arreciaron y se decidió la creación de un estado judío en Palestina dividiéndose en dos estados en 1947: uno árabe y otro judío y en 1948 se hizo efectivo  la creación de Israel.
Todo esto en un contexto dramático en el que los judíos tuvieron que emigrar en masa a estos territorios.

A partir de ahí comienzan los conflictos y hubo una guerra que se extendió hasta 1949 de la que Israel salió muy bien parada ocupando buena parte de Palestina.
Aquí es cuando Israel empieza a tomar métodos que antaño se les aplicaba a ellos: el terror. Terroristas judíos asesinaban a poblaciones enteras de aldeas promoviendo el terror y el odio que nos lleva hasta nuestros días.

Los bandos se terminan radicalizando moviendo el odio de las poblaciones y se dice aquello de “borrar a Israel del mapa”.
No quiero extenderme en las distintas guerras y sus causas (muy relacionadas con el omnipresente petróleo).

La cuestión es que están sufriendo los civiles tanto las acciones terroristas de Hamas como el genocidio israelí que toma represalias contra el conjunto poblacional de la Franja de Gaza y Cisjordania que limitan con Israel.

La Comunidad Internacional muestra un seguidismo y condescendencia con Israel.
En Estados Unidos funciona muy bien un lobby judío que propicia las políticas de la Casa Blanca.
Para que nos hagamos una idea. Hay unos 14-16 millones de judíos en el mundo de una población de 7000 millones.
Casi la mitad (6-7) viven en Estados Unidos sobre una población de unos 320 millones.
Su influencia en política es increíblemente desproporcionada a su número. Pues este lobby influye y financia en especial al Partido Demócrata que se ve obligado a tenerlo muy en cuenta.
De esta manera la política del país más decisivo queda totalmente supeditada.

No pretendo buscar un culpable; este conflicto me parece que saca lo peor de la raza humana y lo peor de la religión que se emplea como un instrumento para justificar masacres y para fomentar el odio a través de un integrismo radical.

Pero ello no implica que cierre los ojos y no vea que Israel está cometiendo un auténtico genocidio. Y tengo que criticar las distintas campañas de victimismo que hacen a través del cine o la historia. Lo del nazismo fue algo que no debe repetirse nunca, fue un asesinato de un pueblo pero ello no puede justificar que Israel bombardee escuelas y hospitales.
Tampoco puedo cerrar los ojos ante el integrismo islámico que ha fabricado odio en su población para seguir nutriendo sus fuerzas.

Todo para que al final entremos en una espiral de muerte de la que parece nunca saldrá la humanidad.

La solución tiene que pasar por el reconocimiento mutuo al derecho a la vida y el fin de ataque a civiles en especial a los niños, víctimas de toda esta locura y a los que se les inculca el odio. Tiene que acabar este círculo vicioso y las potencias occidentales deben de actuar algún día.



No hay comentarios:

Publicar un comentario