Mucho habían cocinado en la última semana los medios de comunicación la relevancia de este referéndum que hoy estaba previsto en Grecia relativo a los recortes que propone la troika y que el pueblo heleno ha rechazado con más del 60% de noés y un 65% de participación.
La idea que han intentado transmitir las oligarquías financieras a través de sus voceros, tanto medios de comunicación como gobiernos como el del Partido Popular, es el peligro, no ya de votar una opción u otra, sino el peligro de poder decidir.
Efectivamente, los "demócratas moderados" piensan que las urnas son peligrosas. Ese es el respeto que le tienen a la democracia con la que se llenan la boca.
Hoy Grecia, considerada cuna de la democracia ha gritado al mundo y a los mercados.
Dijo Pericles: "El estado democrático debe aplicarse a servir a la mayoría y procurar a todos la igualdad ante la ley, debe al mismo tiempo protegerse contra el egoísmo y proteger al individuo frente a la arbitrariedad del Estado".
Hoy los griegos han dado un paso valiente. Digo que es valiente porque el bombardeo de los medios y los mercados sobre las hipotéticas consecuencias del "no" ha sido constante y sin cuartel.
A pesar de eso se han unido como país y han decidido mantener la dignidad y no ceder al chantaje de las minorías financieras. Incluso con la que estaba cayendo con el "corralito" en el que está el país se han mantenido con su gobierno.
Y esa es otra, mientras que algunos gobiernos se dedican a engañar a las masas, otros prefieren consultar a la ciudadanía los temas más importantes antes de emprender salvajes recortes.
Es la segunda derrota de la troika en unos meses. La democracia se les da mal. Van a tener que plantearse seriamente el cambiar de políticas y de políticos.
Al pueblo griego se le estrujó tanto y tanto que, al final, ha terminado perdiendo hasta el miedo.
La pregunta es ¿Y ahora qué? Ahora tenemos un gobierno re-legitimado para negociar con dignidad ante la troika.
Grecia tiene que negociar un tercer rescate al país ante las amenazas de expulsión de la zona euro. Pero ¿cuánto de real hay en esas amenazas? Es difícil decirlo, yo creo que no es muy serio que, cuando un miembro de tu familia está enfermo, lo intentes primero curar a palos y, al no ver que tu remedio funciona, echarlo de casa. ¿Qué pensarán los demás miembros, qué seguridad es esa?
Por otra parte, no hay previsto ningún reglamento de expulsión por lo que la cosa estaría en un limbo legal.
Yo creo que Grecia debería intentar emular la estrategia de Juan Negrín (Presidente de la II República): esperar y resistir esperando que el proceso de cambio desembarque definitivamente en el Mediterráneo con España a la cabeza. Una economía como la española con un gobierno que defienda a los de abajo, a los débiles y a las mayorías no es tan fácil de ningunear para la troika porque podría propiciar un efecto dominó que acabase con el euro.
Estamos en un escenario interesante; un país rebelado contra la dictadura de los mercados y la troika. Veremos como mueve ficha Alemania ahora mismo. Un pueblo que ya no se va a dejar ahogar le lleve a donde le lleve, un pueblo sin miedo a perder, un pueblo que vota, un pueblo peligroso para algunos.
"La diferencia entre una democracia y una dictadura es que en la democracia puedes votar antes que dar órdenes" Charles Bukowsky.
Esto es democracia real, pregunta al pueblo.
ResponderEliminar