Unas elecciones que se presentaban con altas expectativas para los partidos del bloque de la izquierda con una fuerte subida de Unidos Podemos que prometía acabar con los efectos de la ley del señor D´Hont que castiga a las pequeñas formaciones por su dispersión en el voto.
La realidad es que ni se sumó en votos ni se consiguió multiplicar los escaños, por lo que Podemos e IU se han quedado con los mismos 71 diputados con los que partían y con 1,2 millones de votos menos.
Gente que no se ha visto identificada con la confluencia y a la que tampoco ha ilusionado la perspectiva de hacer el "esfuerzo" de acudir por segunda vez a las urnas en seis meses.
Ninguno de los sondeos, que anunciaban a bombo y platillo la posibilidad de que Unidos Podemos sobrepasara al PSOE e incluso le discutiera al PP el primer puesto, acertó.
Habrá que plantearse la cuestión de las encuestas ya que, últimamente, no dan una y solo sirven para confundir a la población y generar expectativas falsas.
resultados del 26J |
Pero la verdadera sangría de votos la han sufrido PSOE y Ciudadanos. El primero se ha dejado otros cinco diputados mientras que el partido naranja ha perdido ocho quedándose en 32. Empieza a parecerse a UCD pero sin haber llegado a tener un despegue siquiera antes de su caída.
La participación ha sido fundamental en estos resultados. Se ha producido un descenso de unos cuatro puntos. A priori, cualquiera podría haber firmado esta participación en unos comicios repetidos pero, según parece, solo ha bajado la participación de los partidos emergentes mientras que la militancia del PP ha acudido en procesión a votar fustigados por el látigo de la doctrina del miedo.
Partidos como Ciudadanos o el propio PP han empleado el miedo como estrategia electoral para movilizar a su electorado. El PP lo ha hecho muy bien porque ha transmitido ese mensaje apocalíptico combinado con su llamamiento al "voto útil" por lo que, con su viaje a Venezuela, Albert Rivera comenzó a cavar su propia tumba.
En cuanto al PSOE, parece ser que están satisfechos con empeorar su peor resultado de toda su historia. Enfocó la campaña en atacar a Podemos mientras los primeros le tendían la mano; decisión estratégica la de Podemos para aislar a su contendiente y retratarlo de cara a su electorado. El PSOE se equivocó ya que no planteó una campaña de propuestas y de generar ilusión sino de, únicamente, culpabilizar a Podemos de no adherirse a un pacto que no suprimía la LOMCE, la ley mordaza y la reforma laboral.
Aun así se han mantenido por el clientelismo político de algunos territorios y el caciquismo en zonas rurales de este país.
La corrupción merece una reflexión aparte. Resulta una obviedad señalar que en España no solo no se ha castigado la corrupción sino que incluso se ha premiado al partido más corrupto de este país. Un partido imputado, con la obligación de depositar una fianza para no ser embargado, que destruye pruebas y con un ministro de interior que emplea las instituciones para perseguir a sus rivales políticos cual Richard Nixon no ha visto afectado su target de votantes, todo lo contrario. De hecho, ha dado la impresión de que con un par de escándalos más hubieran conseguido la mayoría absoluta.
Ahora se abre un escenario de pactos como el que ya vimos tras el 20D. Parece claro que el PP lo tiene más sencillo para formar gobierno y ya hay fórmulas que suman con el PNV. Incluso parece que el PSOE pudiera facilitar el gobierno de Rajoy.
Una opción sería la reedición del pacto PSOE-Ciudadanos, ahora sí apoyado por Podemos ante la perspectiva de otro gobierno del PP. Hay que decir que los electores de PSOE y Ciudadanos han manifestado en las urnas que ese pacto no ha sido de su agrado.
Una tercera opción sería el pacto del PSOE con Podemos (solo suman cinco escaños menos) con el apoyo de partidos nacionalistas a cambio solamente de evitar a Rajoy en el poder. Esta última opción es fantasiosa toda vez que a los partidos nacionalistas los alimentan de votos el Partido Popular.
celebración del PP |
¿Os acordáis de cuándo no comprendíamos por qué los italianos seguían votando a Berlusconi?
"En España el mérito no se premia. Se premia el robar y el ser sinvergüenza. En España se premia todo lo malo"
"Luces de Bohemia"; Ramón del Valle-Inclán (1869-1936)