martes, 20 de mayo de 2014

UPyD: UNIÓN, POPULISMO Y DEMAGOGIA




Si ha existido en estos últimos años un partido que ha hecho de la demagogia y el populismo su seña de identidad por encima del resto, ese ha sido UPyD o, como más se le conoce, el partido de Rosa Díez.

Se trata de un partido que se ha querido desmarcar del PP y del PSOE para presentarse como una alternativa ciudadana; nada más lejos.

UPyD es un partido de derechas neoliberal que emplea la ambigüedad para esconder su ideología real y atraerse al mayor número posible de votantes sean de un signo u otro.

Quieren hacernos ver que están contra los recortes sociales, contra los rescates bancarios, que forman un partido que combate la corrupción...
Pero, al mismo tiempo, no renuncian al electorado de derechas. Es lo que se conoce como "nadar y guardar la ropa".

Se postulan contra la Reforma Laboral pero, por contra, critican la convocatoria de una huelga general.
Votan contra la LOMCE (ley Wert) pero no suscriben un pacto general para derribarla cuando cambie la corriente política. ¿En qué quedamos?

La razón de todo esto es la búsqueda desesperada de votos. En la oposición no les resulta complicado postularse contra las políticas actuales y presentarse como adalides de la justicia social. Otro cantar es lo que harían si llegaran al poder y ahí reside el populismo y la demagogia del partido.

Otro rasgo es su crítica a los nacionalismos periféricos, cosa que me parece genial pero, a su vez, recurren al nacionalismo español de pandereta, rancio con su apoyo al "arte" del toreo.
Y en ese sentido no dudan en usar el terrorismo como arma electoral.

Otro punto es el apoyo al gasto armamentístico. Si hay un punto en el que sería de justicia recortar ese es la Defensa: ejército, altos cargos militares e I+D militar cuyo presupuesto se incrementó más de un 50% este último año. No es por ser malpensado pero que no se termine de meter la tijera aquí puede deberse al temor al golpismo en pleno siglo XXI.
Pero volviendo al tema, en UPyD deben estar pensando en esa gran España, en el Imperio donde no se ponía el sol del siglo XVI para pensar en aumentar el gasto militar con la que está cayendo.
No es que sea muy pacifista ni muy de izquierdas, ni siquiera es muy "ciudadano". 

Otra cuestión es su ambivalencia en el tema del aborto. Votan en contra de la reforma de Gallardón (o el Torquemada del siglo XXI) pero tampoco les gusta la ley de plazos y no aclaran si votarían a favor de derogar la ley...

En Sanidad tenemos las declaraciones de Álvaro Pombo que no es que represente al sector más conservador del partido y en las que decía que el copago "no es una mala idea". Una muestra más del ADN neoliberal que, a menudo, les sale a flote.

También están en una continua cruzada por la regeneración democrática cuando en su mismo partido tienen a una líder autoritaria que no acepta disidencias internas como se vio al suspender de militancia a varios dirigentes y otros muchos se dieron de baja del partido por esa falta de democracia interna; sin ir más lejos el cofundador del partido, Mikel Buesa.

Por último hay que hablar del apoyo de personalidades de la extrema derecha que no molestan en exceso a Díez.
Apoyos ilustres como el de Federico Jiménez Losantos, Ricardo Sáenz de Ynestrillas, Sánchez Dragó...
Se aprecian tics fascistas en el partido, en su nacionalismo; en su ambigüedad e indefinición; en su rechazo al nacionalismo periférico y culturas regionales (como las lenguas cooficiales); en su ideología centralista.
Ahora bien, ya os puedo asegurar, que en la economía son bien liberales.



En definitiva, se trata de un partido más. Uno más en emplear la demagogia, la falsedad y la ambigüedad para alcanzar el electorado fácil de convencer, al menos reflexivo y al que pasa de la política.
Y lo van consiguiendo puesto que están en alza, quizás algún día veamos si yo me equivoco en muchas de las cosas que afirmo pero, en este momento, es lo que ha mostrado este partido en su relativamente corta vida.

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