viernes, 24 de octubre de 2014

ETA: PASADO, PRESENTE Y ¿FUTURO? (3ªPARTE)

Me respondo a mi pregunta inicial: ETA sí tiene una explicación política. ETA es una banda terrorista con una tesis y un proyecto político (que nos puede no gustar). Buscan el triunfo de esas tesis mediante el recurso a la violencia y los asesinatos indiscriminados (esto no le debería gustar a nadie) pero sus motivos finales son políticos.
Eso no significa que haya una justificación de la banda, eso es realizar un análisis de una realidad.

ETA es un anacronismo,  no debió existir nunca. Quizás sin Franquismo no hubiera habido ETA, eso nunca lo sabremos.
Con la democracia se vio la verdadera y horrible cara de la banda que anhelaba la sangre de muchas personas (cerca de 1000 asesinados lo atestiguan).

ETA tiene un ideario nacionalista y profundamente racista. No voy a entrar en la comparación con los nazis que está muy de moda en la derecha española.
Solo voy a decir que ETA tiene un ideario nacionalista basado en fundamentos, engran parte, raciales.
El nacionalismo que pudo ser positivo a la hora de tumbar el Antiguo Régimen (nobleza, clero y pueblo llano), ha sido un mal constante del siglo XX y lo es del XXI.
Ha cobrado la sangre de muchas personas que se peleaban por unas fronteras o un trozo de tela. Entiendo que haya un sustrato cultural que es perfectamente defendible (no me imagino un mundo sin los textos de Cervantes o Shakespeare), pero hemos llegado a límites descorazonadores.
Y lo peor es que es el arma que se emplea para convencer a las masas a movilizarse en lugar de buscar la igualdad social, la educación universal o la sanidad.




Lo dicho ETA ha sido una organización infame que, además, ha obstaculizado sus propias demandas. Jamás iba a haber un Gobierno que concediese a una banda terrorista sus reclamaciones políticas por el terrorismo porque eso hubiese supuesto su liquidación.
Si querían cambiar las cosas debían haber propuesto acciones encaminadas a derribar al Gobierno (más allá de crear mártires) o ganar unas elecciones. Lo tenían así de fácil, pero no.

El presente lo tenemos a la vista. Sin ETA, tenemos a la coalición Bildu que defiende igualmente la independencia de Euskal Herria. Pues sin asesinatos hemos asistido a un grado de aceptación de estas ideas sin precedentes dándole a la izquierda abertzale el segundo puesto (a 5 puntos del PNV) en las últimas elecciones, además de la victoria en las municipales.
La conclusión es clara: sin ETA sus ideas tienen más aceptación que nunca, ergo ETA ha sido la mayor enemiga del independentismo vasco y además ahora tienen un partido con aspiración a ser partido de gobierno.
Bien es cierto que Bildu es un partido mucho más complejo que lo que se dice de "el brazo político de ETA". Es una coalición en la que se dan diversas tendencias políticas y que condena la violencia aunque sería de ingenuos negar que hay una conexión con ETA.


Y ¿qué hay del futuro? ¿Puede volver a atentar ETA?

Está difícil, puesto que cada día ETA pierde más fuerza. Más miembros la dejan, más presos salen a la palestra arrepentidos y renegando de la banda y más pierden los pistoleros el “hábito” de matar. No debe ser sencillo matar y cuando uno pierde esa costumbre luego puede ser difícil retomarla.
Ahora bien, mientras ETA no se disuelva el riesgo seguirá ahí.
El proceso de paz parece estancado. En 1998 el Gobierno de Aznar hizo muchas más concesiones en la tregua que lo que se hace hoy en día: recordad que ordenó un acercamiento de presos y usó la denominación que se daba la propia ETA para referirse a sí misma: Movimiento Vasco de Liberación Nacional.
Así pues el futuro no está claro del todo, pero vamos a realizar un ejercicio de optimismo y vamos a pensar en que los atentados no volverán y todo quedará en las calles y en la política.
Da la sensación de que el Gobierno no está por el fin de la banda ya que sorprende que no se hayan dado pasos para lograr la disolución y entrega de armas de ETA. Quién sabe, al fin y al cabo mucha gente come del terrorismo…

Por último no quiero acabar este extenso artículo sin referirme a las víctimas de ETA y a todos los políticos que, estos sí que sí, arriesgaron desinteresadamente sus vidas para defender sus ideas (nos gusten o no)
Y por supuesto todo mi reconocimiento a las víctimas que son las verdaderamente perjudicadas junto con sus familias que sufren todo el daño y dolor que ETA ha causado, ETA tendrá un fundamento político pero nunca tendrá justificación ni política ni moral. Desde aquí mi más rotunda condena.




No hay comentarios:

Publicar un comentario