Tres años después de que ETA anunciase el abandono de la
actividad armada, la banda había quedado en un segundo plano de la política
nacional.
Con la irrupción de un
agente político que se terminó organizando como partido y amenazando el sistema
actual, la banda ha vuelto a aparecer en portadas, tertulias y ha conseguido
acaparar titulares.
En este artículo no voy a hablar de Podemos sino que me voy
a centrar en analizar rápidamente a ETA: desde sus orígenes hasta la actualidad
para concluir hipotetizando acerca del futuro de la banda.
Este tema da mucho juego así que he decidido que lo mejor es ir publicándolo por entregas.
¿Tiene fundamento el polémico “ETA tiene una explicación
política? Ahora expondré mi opinión.
ETA surgió al abrigo
del Franquismo. Cuando digo al abrigo me refiero a que ETA se alimenta de un
contexto de indignación y en el que se movía como pez en el agua al contar sus
acciones terroristas con un foso de legitimidad moral.
El 31 de julio de
1959 un grupo de disidentes de EKIN que venía a ser un grupo disidente del
Partido Nacionalista Vasco (PNV) se fusiona con un grupo de disidentes del
mismo PNV para fundar Euzkadi Ta Askatasuna (Euzkadi y Libertad). Este es el
nacimiento oficial de la banda terrorista ETA.
EKIN ya venía a ser una respuesta a la pasividad del PNV en
la Dictadura Franquista.
ETA surge con estos postulados principales:
1) Euskaldunización: la defensa del euskera, la cultura y
costumbres vascas.
2) Independencia: creación de un estado independiente vasco.
3) Marxificación: El estado sería socialista.
Al principio sus acciones fueron bastante modestas y hasta
1961 no empezaron a realizar acciones simbólicas. Se trataba de cosas como
colocar ikurriñas, realizar pintadas, colocar algún artefacto…
Con las asambleas I (1962), II (1963), III (1964) IV (1965) comienzan a diferenciarse ya las primeras
tendencias internas: una puramente nacionalista y la otra que creía en un
modelo socialista para el futuro país.
Los partidarios de esta segunda opción fueron expulsados
acusados de españolistas y formaron el Movimiento Comunista.
Aún así, las tendencias marxistas siguieron vigentes en la
banda.
En 1965 emprenden acciones más “serias” como atracos a mano
armada para financiarse y ya en 1968 asesinan a un guardia civil al ser dos
miembros de la banda parados percatándose los agentes de las matrículas falsas.
El régimen, que hasta entonces no había prestado mucha atención a la banda,
empezó a tomársela en serio.
Decía que el contexto franquista le dio un gran abrigo a
ETA.
En la época franquista ETA seleccionaba a sus víctimas entre distintas personalidades que generaban
un gran rechazo social al ser identificados como opresores no sólo por
buena parte de la sociedad vasca sino por parte de la sociedad española.
La respuesta del
Franquismo llegaba de ejecuciones de
etarras lo que no hacía más que ganarle a ETA apoyos a su causa.
En estas llegamos al 20 de diciembre de 1973 cuando asesinan
al Presidente del Gobierno, Carrero
Blanco al salir de su misa de todos los domingos.
Fue una acción espectacular e inesperada por parte de ETA
por su envergadura. La realidad era que Carrero Blanco era un hombre de rutinas
y eso ayudó a que ETA pudiese llegar a él. Hoy se discute si obtuvo ayuda
externa.
Pero ETA no era una
secta unida y se produjo una nueva escisión dando como resultado la
división en dos grupos: ETA militar que eran partidarios de la lucha armada y
ETA político-militar (polimilis) partidarios de seguir con la línea de la
violencia selectiva que tantos frutos y adeptos les ganó.
Con la llegada de la democracia se pensó con esperanza en
que la lucha armada debía dar paso a la lucha política pero en ETA seguían
pensando que el problema estaba ahí. Con dictadura o sin ella, había un
gobierno que oprimía al pueblo vasco al no permitirle decidir sobre su
soberanía.
Pero eso es otra historia que tendrá continuación en mi próxima entrada.
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