El Partido Popular prepara una reforma de la ley electoral que elimine los pactos de gobierno en los
municipios a tan solo 9 meses antes de las elecciones municipales.
Las últimas informaciones señalan que el PP estaría
dispuesto a aprobar esta reforma sin
consenso político con otras fuerzas empleando su mayoría absoluta.
Rajoy y sus promesas |
Ellos argumentan que es democrático que el alcalde sea la
persona más votada.
Este argumento es una trampa. La reforma se quiere hacer
para favorecer al PP y al bipartidismo.
En este país el voto de izquierdas está dividido entre
muchos partidos: PSOE (digo voto de izquierdas, no que el PSOE sea de izquierdas),
IU, PODEMOS, EQUO, y otros muchos partidos sin representación.
El voto de derechas es casi exclusivo del PP; hace poco
salió VOX que fue un fracaso y UPyD le resta algún que otro voto (al PSOE
también) pero nada comparado a la fragmentación que sufre la izquierda.
El otro gran beneficiado sería el bipartidismo (PPSOE) que
verían como los partidos minoritarios quedan excluidos del poder.
Con el sistema que se quiere imponer el PP tendría cerca de
4000 ayuntamientos, el PSOE unos 3400; IU tendría 8; UPyD obtendría 2 y PODEMOS
1.
No quieren una regeneración democrática; quieren agarrarse
al sillón y seguir robando a diestro y siniestro con impunidad.
Esta ley la quieren
hacer porque están asustados y porque quieren aprovecharse de la división del
voto de izquierdas; eso explica las prisas. La irrupción de PODEMOS tiene
mucho que ver.
No podemos olvidar que hay dos ayuntamientos en los que el
PP tenía mayoría absoluta y ahora están en serio riesgo: Madrid y Valencia. Con
esta ley los conservarían sin muchos problemas.
Una posible solución para la izquierda sería la creación de un Frente Popular (gran
coalición de izquierdas) pero eso nos llevaría
al bipartidismo y, seguramente, a que el PSOE absorbiera a las fuerzas de
izquierda de este país que se diluirían.
Por último no debo dejar de mostrar mi disconformidad con la poca transparencia de los partidos en las
campañas electorales a la hora de esconder futuros pactos. Me parecería bien
que los partidos digan más claramente si están dispuestos a pactar para llegar
al poder; pero eso no justifica al PP a hacer esta reforma que es un
pucherazo en toda regla ya que adapta las reglas a su antojo para mantener el
poder.